Laura se llama mi suegra, desde el día que me la presentó mi novia Inés, estaba esperando ansioso el día en que me la pudiera follar y por fin llegó el día que me follé a mi suegra.
Laura tiene casi 50 años pero está buenísima. Divorciada desde hace años, llevaba unos meses que me miraba como una mujer y no como mi suegra. Esa tarde llegó a casa mientras Inés trabajaba con la escusa de ayudarme a limpiar el jardín. Pero yo sabía que quería follar conmigo así que tiré la caña y pesqué.
Tuve sexo con mi suegra no sin antes hacerme prometer que a Inés ni palabra. Cuando se lo prometí se abalanzo sobre mí me saco mi polla dura y empezó a chupármela. Llevaba varios meses sin follar y estaba super salida.
Después de comerme la polla, llegó mi turno le abrí su coño que estaba muy húmedo y lleno de flujos y empecé a comérselo, no veáis como gemía mi suegra de placer. Después de follar sin parar se espatarró bien y me pidió que la follara bien duro, así que obedecí y la embestía con fuerza hasta que se corrió, yo ya estaba a punto y le dejé toda mi corrida en su boca y cara mientras me chupaba la polla sin parar. Desde ese día ya no miro a Laura como mi suegra sino como una hembra a la que le encanta follar sin parar.